Creemos que el juego es fundamental para ser persona, ya que toca a las fibras del placer y la felicidad. Cada persona busca la felicidad y la desea en su vida. A los adultos nos queda mucho por descubrir sobre la magia del mundo del juego.

Los juegos cooperativos son juegos físicos y de mesa para jugar en grupo y en los que todo el grupo gana o pierde. No existe una única persona ganadora ya que el desafío se presenta al grupo entero. Se trata por consiguiente de unir la imaginación y el poder creador de todos los componentes del grupo para conseguir juntos un objetivo común ante un elemento o personaje externo que es el peligro para el grupo. Por consiguiente mi vecino o mi compañera de juego no constituyen una amenaza para mí sino que juntos-as vamos a intentar ganar, ayudándonos entre jugadores-as. O sea que no se elimina la competitividad sino que se dirige y gestiona de otra forma. Porque el factor competitivo forma parte del placer. ¡Y sin placer no hay juego!.

 

La opción lúdica cooperativa profundiza así, en la libertad de las personas creando una situación que les hace (Orlick, 1990):

  • Libres de competición: El objetivo es, en este caso, común a todos y el juego demanda la colaboración entre los participantes. De este modo, los jugadores se ven libres de la obligación de tratar de superar a los demás, con lo que el juego es percibido de una forma distinta y existen más oportunidades para la actuación prosocial.
  • Libres para crear: La situación no exige la búsqueda inmediata del rendimiento, ni marca caminos prefijados de actuación. Por lo tanto, se crea el ambiente adecuado para la exploración y para el pensamiento divergente y creativo.
  • Libres de exclusión: Los juegos cooperativos rompen con la eliminación como consecuencia del error. De este modo, la falta de acierto irá seguida de la oportunidad de rectificar y para buscar nuevas soluciones. Nadie será excluido por no poseer unas habilidades o capacidades determinadas.
  • Libres de la elección: Los juegos cooperativos están abiertos a la posibilidad de que las personas tomen decisiones y actúen en consonancia con sus propias elecciones.
  • Libres de agresión: Dado que el resultado en los juegos cooperativos se alcanza coordinando las propias acciones con las ajenas y no rivalizando en la participación lúdica, se origina un clima social en el que no tienen cabida los comportamientos agresivos y destructivos.

Olatz Aldabaldetreku
(https://www.linkedin.com/in/itsasoa)

Para finalizar el artículo, desde sacodejuegos os recomendamos algún juego cooperativo para que podáis ver de manera práctica los aspectos descritos por Olatz en su artículo:

  • El secuestro: Donde se fomenta la colaboración y la imaginación de sus participantes.
  • La historia interminable: A través del teatro l@s chaval@s desarrollan su imaginación representando e ideando historias diversas.
  • Cortahilos: Este juego a pesar de fomentar la agilidad es una demostración de cómo los juegos activos no tienen porque ser competitivos.

 

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